Compartir, enriquece tu Inteligencia emocional

Haciendo balance de mi año profesional, aprecio el valor que tiene para mí  compartir y seguir aprendiendo sobre las emociones que nos envuelven y acompañan a diario. Este año ha sido  muy  intenso, ya que he intentando coordinar mi trabajo como Maestra, con el Máster de Inteligencia emocional y la preparación de diferentes talleres sobre educación emocional.

Pero me doy cuenta que es tal mi empeño de hacerlo bien, mis deseos de compartir y sobre todo de aprender de las vivencias y experiencias de compañeros de trabajo, de familias y sobre todo de mis queridos pequeños y pequeñas; que no ha sido difícil, sino más bien muy gratificante.  Ellos, mis alumnos, grandes sabios, son los que me inspiran para seguir buscando estrategias, actividades, herramientas para llevar al aula, y también los que inundan mis días de alegría, de bienestar y de todas la magia emocional que tiene sumergirse en una clase de educación infantil. También esta sensación tan agradable, es la que siento cuando estoy con un grupo de adultos, porque advierto que se genera un clima de sinergia, que nos permite crear debates y reflexiones muy interesantes en torno a la temática de la Inteligencia emocional.
Desde este camino que comenzó siendo  pequeño y  que día a día se hace más grande, siento la necesidad de agradecer a todas las personas que prestaron atención a mis palabras, que empatizaron con mis emociones, que recibieron con cordialidad y cariño las actividades que proponía, que abrieron mente y corazón para aprender…
La gratitud o la capacidad de  ser agradecidos nos permite, reconocer los aspectos pasados y presentes positivos, buenos, aquello que nos ha beneficiado de algún modo, y que, por lo tanto, ha otorgado un significado agradable a nuestra existencia ( Peterson y Seligman, 2004, Emmons 2007)
Agradezco especialmente a Agustín Caruana Vañó perteneciente al Cefire de Elda que siempre tiene una palabra bonita conmigo y es un gran promotor de la educación emocional, a David Camps Pons que  aporta mucha información de gran utilidad sobre Inteligencia emocional; a Entreculturas que me permite ser parte de su proyecto educativo, a ´Vero y Sara responsables del Centro Educativo Bilingüe Bambú por confiar en mí para ayudar a las familias a educar en emociones;  Acción Magistral porque me sigue dando la posibilidad de colaborar en un tema tan apasionante como es la integración, interculturalidad y atención a la diversidad; a Adela Descals Tomas que me abre las puertas de la Universidad de Valencia para acercar mi experiencia a futuros maestros y  a todos mis compañeros de los diferentes centros educativos ( es lo que tiene ser interina) que confían en mi quehacer. Por supuesto, no puedo dejar de mencionar a Chema Sánchez presidente de Filosofía para niños-Valencia sus palabras generosas han alentado mi tarea profesional.

Es mi deseo que el próximo año que ya se avecina llegue cargado de emociones positivas, y  con aquellas que no lo son, seamos capaces de reconocerlas y la valentía suficiente para gestionarlas de la mejor manera posible. ¡Un año de trabajo, de salud, de afectos y de buenos momentos!


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