Es un muy fácil su lectura y destacan los conceptos en estrecha relación con el desarrollo emocional de nuestros pequeños , no solo del niño difícil. Es el propio autor que nos da respuestas muy válidas a la pregunta que inicia mi post.
Y si bien es cierto que «L’enfant terrible»(el niño difícil) puede provocarnos ansiedad e inquietudes, creo que la respuesta la tenemos a nuestro alcance, como siempre. Tal cual expresa el autor, a partir de nuestra observación deberemos detectar qué tipo de comportamientos específicos tiene, para ayudarnos en lo siguiente:
No etiquetar a los niños aunque sean difíciles Clic para tuitearLa comprensión profunda del sentido de su comportamiento y de su sufrimiento en la escuela.
La elaboración de propuestas educativas más ajustadas a este niño, de modo que se relativice la importancia de sus síntomas. El desarrollo de una pedagogía del aprendizaje escolar, de la formación del pensamiento mejor concebida para estos niñs atípicos en la escuela. (pág.22)
«Un niño es un ser de emociones sin límites que expresa su bienestar y su malestar sin restricciones….las emociones deben ser acogidas con mucha atención… Así el educador debe ayudar al niño a expresar sus emociones, a verbalizarlas, a identificarlas y tal vez intentar comprenderlas en relación con el contexto familiar y escolar«
Características del niño difícil
Es aquí donde fallamos, cuando tenemos un pequeño más inquieto de lo normal. Si molesta, si no se adapta, si interrumpe, si no se relaciona satisfactoriamente, es por causas que debemos indagar, y luego pensar qué estrategias propondremos. No creo que para un niño que necesita moverse, mandarlo a la «dichosa silla de pensar» sea una alternativa eficaz. Ni para una niña cansada, atiborrarla con más actividades cognitivas que exigen concentración y mucha atención….En definitiva, sólo captaremos la atención del niño si la actividad propuesta le interesa, si la motivación, el deseo, el placer están presentes. Somos los maestros los que advertimos rápidamente cuando nuestros alumnos se aburren o están desmotivados. Somos conocedores de nuestro gupo-clase y los que sabemos cuáles son las necesidades de cada uno de ellos. Me adhiero a su propuesta «crear un marco segurizante», ese espacio que compartiremos muchos días, a lo largo del curso escolar. Espacio que debe «contener-nos», ofrecer seguridad, afecto, risas, abrazos, normas,rabias, alegrías, charlas, debates, perdones, silencios, miradas, afecto, Emociones… De esta manera también será más fácil que aprendan a regular sus emociones, un aspecto muy importante en la Inteligencia emocional.
…Me gustaría que la pedagogía reservada al «niño terrible»- pedagogía que se inspira ampliamente en métodos activos, sugeridos por pioneros como las escuelas Montessori, Decroly, Freinet-no se reservara únicamente a este niño, sino que pudiera dirigirse a todos los niños escolarizados» (pág-67)