La tristeza, junto a la ira, la alegría, el asco ( o repugnancia), la sorpresa, y el miedo son consideradas como emociones básicas o primarias. Esto viene a significar que todos los seres humanos nacemos con ellas, y están presente sin importar el lugar de pertenencia ( Europa, África, Asia, etc). En esta ocasión hablamos de la tristeza. Siempre propongo actividades más específicas para hablar de la tristeza, y recordamos que el primer paso es el reconocimiento de las emociones , y esta vez hablamos de la tristeza. Luego tendremos en cuenta aprender a reconocerla en los demás y aprender a gestionarla y regularla en forma positiva.
En otro centro escolar fue junto a la poesía, la que nos permitió reconocer la tristeza Junto a El lagarto está llorando, poesía preciosa de Federico García Lorca, también la esuchamos, entendimos qué le pasaba al lagarto, porqué estaba triste y así hablamos de la tristeza durante varias sesiones.
En otro centro escolar fue junto a la poesía, la que nos permitió reconocer la tristeza Junto a El lagarto está llorando, poesía preciosa de Federico García Lorca, también la esuchamos, entendimos qué le pasaba al lagarto, porqué estaba triste y así hablamos de la tristeza durante varias sesiones.
Esta vez, ha sido con » La luna perdió su arete», en formato de vídeo, que les ha encantado, y además nos ha permitido trabajar vocabulario emocional.
Hablar de la tristeza, nos permite reconocerla como primer paso en la Inteligencia emocional. Clic para tuitear
Una situación frecuente que sucede con la pregunta ¿cómo te sientes hoy? es que suelen repetir la respuesta del compañero o compañera anterior. Por ello, para que aprendan este vocabulario emocional, siempre pregunto e insisto qué otras situaciones nos ponen tristes ( o contentos, enfadados..según la emoción que estemos trabajando). Por ejemplo, si responde un niño-«estoy triste cuando no me compran chuches», suelo expresarles, -«y si un amigo no quiere jugar conmigo, ¿cómo me siento? ¿cómo me siento si no comparten los juguetes de la clase? ¿cómo me siento si me caigo y me hago daño?, etc. También suele suceder que cuando se quedan en silencio, me responden «estoy pensando»…Confieso que es una de mis respuestas favoritas, porque las emociones ¡ también se piensan!
Y como siempre digo, vale más una imagen que las palabras ( en este caso serán varias) , comparto como ha sido la experiencia
A) Primer paso: Escuchar, y comentar que le ha pasado a la luna.
B) Elegimos qué nos gusta más, si el sol o la luna para escribirlo en la PDI y porqué:
C) Dibujamos qué cosas nos ponen tristes:
E) Nuestras lunas:
Los adultos debemos primero aprender a no ocultar nuestras propias emociones a los niños, a nuestros hijos. La tristeza debe legitimarse, porque como expresan algunos autores, no hay emociones buenas ni malas, ya que todas son necesarias y están presente en nuestra vida diaria.
Estos peques han trabajado muy bien con la tristeza, y han aprendido a entender qué nos sucede cuando estamos triste y qué situaciones nos ponen tristes. Hablamos de la tristeza con naturalidad y de esta manera le hemos dado cabida también en nuestra clase.