Siento que los años de experiencia siguen reafirmando mi pensamiento, cuando me niego a dictarles ( como sugiere el libro que llevan, que yo no pedí) ia, ei, ou, ae….Y sobre todo me siento libre de poder ofrecerles otra alternativa que les motive, que les permita disfrutar con la escritura y lectura, y sobre todo que sean ellos los «productores» de su aprendizaje, y aún más importante de su propio pensamiento. Porque cuando un niño se sient a escribir o leer palabras o frases carentes de sentido (ae, mamem, «Pepa oía pío pío») está claro que no es la elaboración de su propio pensamiento. Prefiero darles la oportunidad( y respetar sus errores) de escribir «como puedan», que será el correspondiente a su nivel de adquisición de la lectoescritura.En relación a este tema Ana Maria Kaufman, en el libro “Psicología genética” , habla acerca de los mitos clásicos que rodean la historia de la alfabetización tales como:
1.El acento central siempre estuvo puesto en la enseñanza y en el rol del maestro.
2.Lectura y escritura como actividades que comprometen a aspectos perceptuales y motores.
3.El niño comienza su aprendizaje en la escuela
La teoría constructivista en cambio ha demostrado que:
A) El niño no es un receptor pasivo, y que por el contrario estructura el mundo que lo rodea a partir de una interacción constante con él.
B) El niño enfrenta escrituras mucho antes de ingresar a la escuela.
Es por ello que apuesto más por este modelo de enseñanza, y me encantaría que el libro solo se utilizara como un recurso más, y no como «la estrella» de la clase.
«Detrás de una mano que escribe, de unos ojos que miran, de unos oídos que escuchan, hay un niño que piensa»
Un comentario en «Aprendizaje lecto-escritor»
Gracias, por compartir. Sí, estoy de acuerdo con usted cuando sobre los dictados carentes de significatividad para los estudiantes. Pero muchas veces el sistema, los padres de familia no logran apoyarnos en este aspecto y es que necesitamos seguir convenciéndolos que el niño o niña construye poco a poco a través de sus interrelaciones con el entorno, con sus propios compañeros. Peor aún cuando al hacer el dictado hay desaprobados lo que sentirles en desventaja o con vergüenza. Creo que debemos buscar situaciones de interés y partir de allí. Más luego surge en mi mente, no todos tienen los mismos intereses, el mismo apoyo familiar, no cuentan con ambientes letrados o no leen, quizás de allí surgen las debilidades que observamos ya en las aulas.