Aprendizaje lecto-escritor

Estoy tan contenta, que no puedo permitir  que el tiempo y las prisas no me dejen compartirlo  en el  blog. Sabemos que es muy difícil poner nombre a nuestras emociones, y más cuando es una mezcla, como hoy me sucede. Lo intentaré…orgullo, satisfacción, alegría ( ¡por supuesto!), convencimiento, ilusión, esperanza…
Y todo esto ¿ porqué? Por la gran razón de ser partícipe activa del progreso de los peques de la clase. Y en esta situación puntual: su proceso de aprendizaje lecto-escritor.

Las personas que me conocen personalmente, saben, porque insisto mucho en ese tema, que no me gusta «atar» a los niños solo  a un libro de texto. No me gusta que aprendan solo a copiar de la pizarra, y a adquirir mecánicamente la lectura.El aperndizaje lecto-escritor es un pro-ce-so y como tal debemos trabajar teniendo en cuenta la madurez del niño. No olvidemos que en Finlandia comienzan a los 6 años la escuela, y que yo sepa aprenden a leer y a escribir. Es más, cuando me desempeñaba como maestra en Argentina, en las clases de 5 hacía un acercamiento a la lectoescritura, pero realmente en 1º de primaria aprendían a leer y a escribir. Mis hijos aprendieron así, y además al día de hoy son buenos lectores.
 Me gusta guiarlos y esperarlos en la construcción que hacen  de este proceso cognitivo tan complejo. Y hace unas semanas, a través de la escritura espontánea, Mihai y Ana ( 4 años) han descubierto que si se «fijan» en las letras del abecedario con imagen-palabra que puse en la asamblea, pueden construir palabras. Es tal su motivación a la hora de escribir, que no cesan en su intento. Y la sorpresa fue que Ana hoy escribiendo los nombres de animales, (tenían que armar puzles de animales que tenían cuerpos y cabezas diferentes), descubrió que RANA, si tapaba la R…¡era como su nombre!Que ELEFANTE, tiene 3 «E»,  que LEÓN, termina como RAYÁN ( compañero de clase) y así muchos descubrimientos que son los que provocan estas ganas de festejo que hoy teníamos en clase. Nuevamente aparece la motivación intrínsica, tan importante en educación, y en este proceso más aún en este aprendizaje lecto-escritor.

Siento que los años de experiencia siguen reafirmando mi pensamiento,  cuando me niego a dictarles ( como sugiere el libro que llevan, que yo no pedí) ia, ei, ou, ae….Y sobre todo me siento libre de poder ofrecerles otra alternativa que les motive, que  les permita disfrutar con la escritura y lectura, y sobre todo que sean ellos  los «productores» de su aprendizaje, y aún más importante de su propio pensamiento. Porque cuando un niño se sient a escribir o leer  palabras  o frases carentes de sentido (ae, mamem, «Pepa oía pío pío») está claro que no es la elaboración de su propio pensamiento. Prefiero darles la oportunidad( y respetar sus errores) de escribir «como puedan», que será el correspondiente a su nivel de adquisición de la lectoescritura.En relación a este tema Ana Maria Kaufman,   en el libro “Psicología genética” , habla acerca de los mitos clásicos que rodean la historia de la alfabetización tales  como:

1.El acento central siempre estuvo puesto en la enseñanza y en el rol del maestro.

2.Lectura y escritura como actividades que comprometen a aspectos perceptuales y motores.

3.El niño comienza su aprendizaje en la escuela

La teoría constructivista en cambio ha demostrado que:

A) El niño no es un receptor pasivo, y que por el contrario estructura el mundo que lo rodea a partir de una interacción constante con él.

B) El niño enfrenta escrituras mucho antes de ingresar a la escuela.

Es por ello que apuesto más por este modelo de enseñanza, y me encantaría que el libro solo se utilizara como un recurso más, y no como «la estrella» de la clase.

Una vez más me hago eco de grandes referentes para mí, Emilia Ferreiro y Ana Teberoski que nos dicen:
«Detrás de una mano que escribe, de unos ojos que miran, de unos oídos que escuchan, hay un niño que piensa»
 
¡Gracias peques!
 

 

Un comentario en «Aprendizaje lecto-escritor»

  1. Gracias, por compartir. Sí, estoy de acuerdo con usted cuando sobre los dictados carentes de significatividad para los estudiantes. Pero muchas veces el sistema, los padres de familia no logran apoyarnos en este aspecto y es que necesitamos seguir convenciéndolos que el niño o niña construye poco a poco a través de sus interrelaciones con el entorno, con sus propios compañeros. Peor aún cuando al hacer el dictado hay desaprobados lo que sentirles en desventaja o con vergüenza. Creo que debemos buscar situaciones de interés y partir de allí. Más luego surge en mi mente, no todos tienen los mismos intereses, el mismo apoyo familiar, no cuentan con ambientes letrados o no leen, quizás de allí surgen las debilidades que observamos ya en las aulas.

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