Aprender a esperar..¡.tarea compleja!

Después de la actividad realizada esta mañana, he llegado a casa tan contenta con la clase, que no he dejado de pensar en la importancia que tiene la continuidad en el trabajo entre docentes.  Tener como objetivo:aprender a esperar, sí que es una tarea compleja y fundamental en el aula y que todos los docentes deberíamos acordar dar prioridad a dicho objetivo.Hace poco más de un mes que estoy cubriendo una baja en un nuevo centro escolar. Son 24 pequeños de 4 años muy activos, participativos y trabajadores. Los docentes tenemos nuestra propia forma de enseñar, y nos diferencia unos de  otros. Algunos prefieren que aprendan a trabajar con mucho silencio, a otros les encanta el arte, a otros actividades más dirigidas, otros le damos mucha importancia al aprender a esperar, etc, cada uno imprime su Ser en los grupos.
Precisamente entre los hábitos que más me interesan trabajar, son la escucha y la espera.  Aprender a esperar y a escuchar a tanto a su maestra como a sus compañeros de clase, dada las características de Infantil, son complejos y reconozco que cuesta trabajo. Pero no quiere decir que no se consiga. Insisto bastante  en la escucha, porque para hablar de emociones ( o de cualquier tema) es muy importante escucharnos  En la asamblea, es necesario escuchar  cuando un niño o niña cuenta porque ha llegado más triste, con cara de enfado o muyyy contento que irradia felicidad por todo su cuerpo. Por ello, siempre les digo cuando algún peque se «atasca»: -dejarlo…¡está pensando! Y de tanto repetir…pues se consigue entender que cada uno tiene su tiempo para hablar, para pensar y que en una actividad compartida debemos esperar nuestro turno.
Así ha sido esta mañana. Con motivo de la celebración de la Semana cultural, en cada clase de infantil, proyectamos una película de dibujos animados.  Haciendo uso de la pizarra «mágica» ( ¡y sí que lo es! ) escribí el nombre de los films y cada uno hizo su elección escribiendo su nombre. Mi intención era que eligieran y así lo hicieron.Fueron pacientes y decididos, porque nadie quiso luego cambiar. También íbamos contando, porque les expliqué que  cada grupo sería de 8 peques, y hoy nos mezclábamos con los compañeros de 3 y 5 años.
Escuchar sus preferencias, el porqué de la elección, repasar el nombre de los otros compañeros cuando lo escribían, contar letras, niños, niñas…al fin y al cabo, todos contenidos de nuestras áreas de aprendizaje. Pero sobre todo darles la oportunidad de respetar el turno de cada integrante de la clase. Qué fácil es también para mí  encontrar grupos a esta altura de curso, con estas habilidades ya trabajadas. Mi propuesta sin duda alguna se puede llevar a cabo  y es más sencilla porque compartimos con la tutora formas de trabajar muy similares. Esto se agradece mucho y como dice el título de la entrada «aprender a esperar, sí que es una tarea compleja»

 

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