Hace un par de semanas recibí de la mano de Rodolfo Rezola director de la Revista Filosofía para Niños, la edición número 8/2013, con el lema «Imaginando el juego de lo posible». Y mi gran emoción y porque no decirlo orgullo es que entre sus páginas está publicado un artículo sobre mi práctica en Educación emocional en EducaciónInfantil, incluido en la sección «Imaginando personas».
Y sí hablamos de imaginación, me imagino que estos niños y niñas que me permiten con tanto cariño e inocencia entrar en sus vidas, compartiendo sus propias emociones, haciendo que las mías me ayudan a crecer más; serán adultos felices. Que tendrán la posibilidad de crecer felices en un mundo cada vez más cambiante y difícil pero que aprenderán a conocerse, a respetar, a valorar las pequeñas cosas y a regular aquellas emociones que no son tan buenas. Además en esta sección de Imaginando personas, encontrarás otros artículos sobre diferentes prácticas en educación, que demuestran la pasión por educar a través del dialogo, de la reflexión, del desarrollo del pensamiento , escritos desde el corazón.
De ellos, mis alumnos y alumnas aprendo cada día, porque comparten conmigo la sorpresa, la intriga de los cuentos escuchados; porque disfrutan y liberan su imaginación cuando se expresan con sus dibujos; porque detrás de un «Seño estás guapa» hay un vínculo emocional importante; porque sus miradas pueden entender las mías y a veces las palabras también sobran.Y también porque imagino que aquellos que hoy ya no son tan niños, son felices. La mayoría quedó del otro lado del Océano, pero gracias a las redes sociales, tengo contacto con dos preciosas jóvenes de 19 años, y una de ellas me escribió lo siguiente:
Pronunciar una palabra es como tocar una tecla en el piano de la imaginación. L.Wittgenstein Clic para tuitear
Ahora sí, las palabras me sobran …abunda mi emoción…