Un aspecto importante dentro de mis programaciones realizadas años atrás fueron las «experiencias directas», (salidas) que eran el punto de partida para abordar cada Unidad didáctica programada. Y con la salida nos encontramos cuántas emociones hay fuera de la clase. En el actual contexto que me desenvuelvo no están planteadas de tal manera, lo cual echo de menos, ya que me permitían de manera eficaz dar comienzo así a los nuevos contenidos. Los fundamentos teóricos están dados por Celestine Freinet que le otorgaba al ambiente externo un papel relevante dentro de sus clases, salía con sus alumnos, realizaba las llamadas «clases-paseos» para que observaran el ambiente natural y humano, y posteriormente proponía la realización de textos orales y escritos. Es por este motivo que semanas atrás siguiendo la guía didáctica con el tema de las profesiones, me pareció muy productivo aprovechar que un papá de la clase es panadero y tiene una panadería en la aldea. Conversamos en clase qué les parecía si hacíamos una visita a la panadería de la aldea. Por supuesto, que el ¡Sí! fue unánime, y no hay cosa más motivante para los peques que salir al exterior (fuente inagotable de aprendizajes).
Preparando la salida
Siguiendo con mi costumbre arraigada, nos pusimos de acuerdo sobre cómo se comportarían durante el paseo, las precauciones a tomar para cruzar la calles, cuáles serían los saludos y los agradecimientos. Reafirmaron conceptos como lavarse las manos antes de cocinar, los ingredientes del pan, las texturas (la harina), los olores, la temperatura( el horno muy caliente), largo-corto, esperar el turno para recibir ayuda de Moisés el panadero, vocabulario nuevo,el sabor de las rosquilletas, del pan…y sobre todo la emoción de «experimentar», de «aprender jugando».
Al regresar al cole, además de expresar oralmente qué les había gustado más, les propuse que cada uno/a dibujara precisamente su experiencia.
Una vez más pude comprobar la riqueza y las posibilidades que encierra una salida cuando se plantea con un verdadera intencionalidad pedagógica y además de comprobar ¡cuántas emociones hay fuera de la clase!
Se expresaron así…
3 comentarios en «Cuántas emociones hay fuera de la clase»
Pues muy bien expresado, desde luego, no creo que nadie lo hiciera mejor. Un mundo, todo para ellos es un mundo. Besitos.
Que visita tan chula!!! los pitufos son como esponjas absorben todo y luego lo representan cómo lo sienten. Pitufibesos a todos ellos. Profe Belén
Bueno , esos dibujos son magníficos y es que esos pequeñines son unos grandes artistas. Por favor , porque seguro que trasmites valores ecologicos, en mi blog hay UN PREMIO VERDE.Cógelo y difúndelo porque el 17 de mayo es el día mundial del reciclaje. Aporta tu granito y pasalo.saludos desde ana-reutilizar